lunes, 3 de abril de 2006

Los Príncipes viven una cálida jornada ampurdanesa

Los príncipes de Asturias y de Girona, don Felipe y doña Letizia, vivieron ayer domingo una completa y cálida jornada ampurdanesa. En el primero de los dos días de su visita a Catalunya, que concluirá hoy en tierras de Lleida presidiendo los actos del 50. º aniversario de la creación del Parc Nacional d´Aigüestortes, sus altezas reales estuvieron en Castelló d´Empúries para asistir a la final de Copa del Rey de baloncesto en silla de ruedas y entregar los trofeos a los vencedores. Don Felipe y doña Letizia almorzaron después en el restaurante Mas Pau, en Avinyonet de Puigventós, antes de emprender viaje hacia el Alt Urgell, donde han pasado la noche.

Los Príncipes llegaron en helicóptero al aeródromo de Empuriabrava, minutos antes de las once y media de la mañana, y se trasladaron en automóvil hasta Castelló d´Empúries. En la puerta del Ayuntamiento esperaban a sus altezas reales el alcalde, Xavier Sanllehí, y el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, para darles la bienvenida. Antes de acceder a la casa consistorial, don Felipe y doña Letizia saludaron a los vecinos que se habían concentrado allí y estrecharon la mano a muchos de ellos.

Tras recibir la bienvenida del Consistorio y de las diversas autoridades que les esperaban, sus altezas reales saludaron desde el balcón consistorial a los congregados en la plaza y firmaron en el libro de honor del Ayutamiento. Los Príncipes se trasladaron después al pabellón de deportes, donde, a su llegada, volvieron a repetirse los aplausos y las frases de elogio que les dedicaban los ciudadanos allí reunidos.

Tras disputarse el partido, la final de la Copa de baloncesto en silla de ruedas, que enfrentó al club Once Andalucía y al Vital Vigo y que los Príncipes siguieron desde al palco en compañía del alcalde, el delegado del Gobierno, el presidente de la organización de minusválidos físicos Mifas, Pere Tubert, y el conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, entre otras autoridades, don Felipe y doña Letizia hicieron acto de presencia en la pista para entregar el trofeo de subcampeón al equipo gallego y la Copa del Rey a los andaluces. Los Príncipes permanecieron casi media hora en el parquet departiendo cordialmente con jugadores y familiares y accediendo amablemente a fotografiarse con todos aquellos que, roto ya cualquier protocolo, se acercaron hasta ellos.

Al abandonar el pabellón, los Príncipes recibieron de nuevo los aplausos de los ciudadanos, a muchos de los cuales saludaron personalmente. Ya en el Mas Pau, don Felipe tomó una minestrone con huevo poché y espuma de parmesano y un tartar de bacalao con alubias de Santa Pau, mientras que doña Letizia prefirió verduras gratinadas y pularda con gambas. Quesos y mousse de chocolate de postre y vinos del Empordà completaron el menú. Tras un breve descanso, los príncipes emprendieron de nuevo viaje, hacia Lleida, en helicóptero.

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