jueves, 5 de octubre de 2006

Payne: «Quien defienda la República en España merece estar en un manicomio»

ABC

El prestigioso hispanista norteamericano Staley Payne calificó ayer de «trance muy complicado» y de «inédito» el momento que atraviesa España y advirtió sobre los desastres que puede traernos el «nuevo movimiento republicano».

El historiador recordó que la experiencia republicana en España «ha sido desatrosa, pues la Primera colapsó el país y la Segunda lo dividió en una Guerra Civil». «Si con esta experiencia alguien cree que la República puede ser en este momento una solución para España, merece estar apartado en un manicomio», afirmó, intentando suavizar con sentido del humor su seria advertencia.

Payne hizo estas afirmaciones a un grupo de periodistas españoles después de pronunciar una conferencia en la Cátedra Príncipe de Asturias de la Universidad de Georgetown sobre «La España del siglo XXI: logros y retos», en la que hizo un repaso a la historia reciente de nuestro país tras la muerte de Franco y a la que asistió Don Felipe, que se encuentra de visita oficial en Washington.

No sólo la izquierda radical

El hispanista excluyó de esta tendencia republicana al «hombre de la calle, que no está politizado», y apuntó a «la extrema izquierda, a algún sector del Partido Socialista y a los ex comunistas, la llamada «izquierda hundida»», una minoría que, según explicó, no valora lo que significó la Transición de España a la democracia.

En su opinión, «el nuevo movimiento republicano hasta ahora no ha creado grandes dificultades, pero no sabemos qué va a ocurrir en el porvenir, porque pasar de la actual Constitución y de la actual estructura del Estado, instaurar la República o hacer una Segunda Transición será desastroso para España».

No obstante, Payne matizó que aunque un cambio drástico de sistema sería catastrófico, «otra cosa es reformar la Constitución, porque toda Constitución es reformable y, a veces, incluso deseable».

También se refirió en sus declaraciones al problema del nacionalismo radical, motivado por «la ausencia en la Constitución actual de un techo» que limite la transferencia de competencias a las Comunidades. En este sentido, añadió que conseguir que la estructura del Estado sea «estable» corresponde al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, algo que, en su opinión, «ha funcionado en el caso catalán, pero es mucho más difícil en el caso vasco», ya que implicaría una reforma de la Constitución no modesta, ni marginal y «éste es uno de los peligros» que amenazan a España.

Preguntado sobre la incapacidad que demuestran los dos grandes partidos, PP y PSOE, de ponerse de acuerdo sobre temas fundamentales, como la reforma de la Constitución, las autonomías y el terrorismo, Payne quiso ser prudente: «Hay que ver qué propuesta y en qué términos hace el Gobierno y cómo responde el PP. Pero será complicado, sobre todo en el caso vasco, porque hay exigencias enormes que son muy difíciles de satisfacer dentro de los moldes democráticos».

Además, aludió al «Gobierno interno del País Vasco» y afirmó que en esta Comunidad «no se respetan los derechos constitucionales, democráticos y civiles como se respetan en el resto de España. Hay un problema de abandono de los ciudadanos del País Vasco. El gobierno de nacionalismo radical, en varios aspectos, restringe los derechos. Este cinismo es un gran problema».

Payne, profesor emérito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison, es autor de numerosos libros sobre España. El último publicado es «El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil (1933-36)».

 

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