jueves, 13 de marzo de 2008

La Princesa y recluta Mary


La Princesa y recluta Mary

ABC

Con la melena castaña siempre brillante y bien cuidada llena de paja y ramas del bosque, la cara pintarrajeada de verde y negro, el casco verde típico de los Cazadores de Christianminde y su estupendo físico embutido en un uniforme de campaña de soldado raso. De este modo, la futura Reina de los daneses, Mary Donaldson ha vuelto a dejar las comodidades del Palacio de Fredensborg para hacer una semana de prácticas militares y continuar su entrenamiento en el Hjemmevaernet. Y las ha hecho con una total ausencia de complejos y una sencillez que rebosa orgullo patrio.
Las jornadas son duras: diana a las cinco y media de la madrugada, ducha fría, entrenamientos de tiro, varias horas de instrucción, gimnasia, carreras de obstáculos en campo abierto y marchas forzadas cargada con un fusil y una pesada mochila de diez kilos. Pero las noches no lo son menos a la intemperie en una incómoda y fría tienda de campaña.
La popularidad de la bella Mary, que siempre fue elevada, alcanzaba ayer las cuotas más altas desde que llegó al Reino nórdico, cuando se la pudo ver en la televisión desfilando ante la bandera con un aire marcial que para sí lo quisieran los veteranos del Ejército. Estas prácticas a las que se somete la «Kronprinsessa», de 36 años, son necesarias para conseguir un grado militar y pasar revista a las fuerzas de Tierra, Mar y Aire. La futura Reina danesa ingresó en el Ejército de Dinamarca el pasado 22 de enero con la categoría de soldado raso.
Sus superiores aseguran que en la milicia la nuera de Margarita II es como cualquier otro soldado, asume sus obligaciones sin rechistar y tiene además el buen humor de alabar al cocinero. Éste, consciente de su augusta invitada, intenta que el rancho que sirve estos días sea lo mejor posible, algo no muy fácil cuando el menú consiste en una especie de potaje con grasa de cerdo y garbanzos verdes.
Se asegura en los medios que el heredero Federico no cabe en sí de satisfacción al comprobar que su delicada mujer, que ya ha pasado con sobresaliente los cursos de Salvamento y Cuidados de primera instancia, sería capaz de defender a su familia, sus vecinos y a todo el pueblo danés si hiciera falta, en caso de guerra.
La Soberana, antes de subir al Trono, también realizó en su día estos entrenamientos y prácticas militares lo que le valió el título de comandante del Ejército en el Cuerpo de Kvindeligt Flyverkorps, un título que, según comentó recientemente, le honra tanto o más que todos los de la nobleza que acompañan su real apellido.

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