sábado, 14 de septiembre de 2013

Cómo educar a una reina de España



Mábel Galaz

El País

Cumplirá ocho años el mes próximo. Se llama Leonor de Borbón y Ortiz. Es alumna del colegio Nuestra Señora de los Rosales y está llamada a ser algún día reina de España. La heredera del heredero comenzó ayer sus clases lejos de la atención mediática en la que sus padres intentan que vivan ella y su hermana menor, Sofía. Son las reglas impuestas por los Príncipes de Asturias, sobre todo por doña Letizia, que lucha sin cesar por que ella y su familia tengan un espacio sin focos que les permita llevar una vida lo más normal posible.

La infanta comienza este curso tercero de primaria con los que han sido sus compañeros de los últimos cuatro años. Dicen que es una alumna aplicada que se defiende ya con el inglés, que asiste a clases de ballet y que estudia la historia de los Borbones. Está previsto que en el futuro reciba instrucción militar, por su papel de heredera, y que siga algún curso en el extranjero cuando sea algo más mayor, como hizo su padre. Este es parte del guion de la formación diseñado para la infanta, un proyecto blindado por sus padres y del que los portavoces del palacio de la Zarzuela no informan. Una decisión que se contrapone a la apertura que existe en otras casas reales, donde la formación de los herederos es una cuestión de Estado.

Leonor arrastró ayer por la mañana su mochila desde el coche de sus padres hasta la clase que este año ocupará en el colegio Los Rosales, situado en Aravaca, a solo unos pocos minutos de su casa en el complejo de La Zarzuela. La cercanía con su domicilio y el hecho de que este centro fuera en el que se formó el Príncipe resultaron determinantes para su elección una vez que cumplió los tres años y medio y abandonó la guardería del palacio del Pardo a la que asisten los hijos de los empleados de palacio y de la guardia real.

Los Rosales es una escuela privada que se levanta sobre una parcela de 22.000 metros cuadrados. Imparte todos los niveles de estudios: bachillerato, educación secundaria, educación primaria y educación infantil. Es laico, aunque ofrece formación religiosa, que la infanta sigue. De hecho ya ha comenzado a prepararse para tomar la primera comunión. Si lo hace al mismo tiempo que el resto de sus compañeros, la recibirá la próxima primavera.

Los Rosales ofrece una formación bastante personalizada con clases de pocos alumnos y con un tutor para cada una de ellas. Los Príncipes de Asturias tienen la posibilidad de apuntar a su hija a actividades extraescolares. Hay talleres de pintura, dibujo, cine, teatro, ballet, danza española, chino mandarín e inglés. Y si la niña prefiere la música, puede elegir entre aprender piano, violín, violonchelo, flauta travesera y guitarra clásica. Don Felipe y doña Letizia pagan en torno a 700 euros al mes por cada una de sus hijas.

El uniforme del colegio es falda gris, jersey azul, zapatos oscuros y abrigo azul. Las clases comienzan a las 9.30 y acaban a las 17.30, de lunes a jueves. El viernes, la salida se adelanta a las 15.45. Leonor almuerza con sus compañeros en el comedor de la escuela y asiste a las fiestas de cumpleaños a las que la invitan sus amigos. Eso sí, su presencia ha provocado algún problema por la orden de doña Letizia de que no se tomen fotos de las niñas en esas convocatorias por el temor a que se difundan. En el colegio también se impide a sus compañeros que capten imágenes con el teléfono móvil.

En Los Rosales, todos saben que allí estudian las nietas de los Reyes de España, pero intentan llevar su presencia con normalidad. Los Príncipes lo quieren así y por eso las medidas para la seguridad de las niñas son lo más discretas posible. Desde que Leonor y Sofía estudian allí, el muro que rodea las instalaciones ha crecido en altura y las puertas de entrada están mejor blindadas. En el colegio sostienen que fueron obras que tenían pendientes, pero a nadie se le escapa que los servicios de seguridad de la Casa del Rey han sugerido algunos cambios.

Una de las razones por las que este año no hay fotos del primer día de colegio de las infantas es, según la versión oficial, el deseo de don Felipe y doña Letizia de no molestar a los otros niños en un día tan importante. Es probable que se puedan tomar la semana próxima y mantener así en pie los cuatro posados anuales fijados para las infantas, que se completan con la imagen de la felicitación navideña, la foto de familia en la misa de Pascua en Mallorca y el reportaje veraniego realizado en algún punto de la isla.

Poco más se ve a las niñas a lo largo del año, a diferencia de otros hijos de príncipes herederos que participan de manera más asidua en la vida social de sus países. Los herederos de Dinamarca se dejan ver en parques públicos con sus niños; los ahora reyes de Holanda van con las suyas a muchos actos, mientras Haakon y Mette Marit de Noruega o Victoria y Daniel de Suecia se dejan captar por las cámaras sin problemas cuando salen con ellos.

Leonor sabe quién es y cuál puede ser su papel algún día si se cumple la historia. Sus padres se lo han contado de una manera sencilla. Las explicaciones comenzaron el día en que preguntó: "¿Por qué nos hacen tantas fotos?". Entonces, don Felipe y doña Letizia le dijeron que sus abuelos eran los Reyes de España. Más difícil parece que le resultó a la Princesa responder a su hija mayor el día que quiso saber en qué trabajaba.

Hace unos meses, al inaugurar la nueva página web la casa real, se tomaron unas fotos oficiales en las que aparecía el Rey, el Príncipe y Leonor, para que de esta manera quedara reflejada la línea de sucesión al trono. En la Monarquía española, a diferencia de lo que ocurre en las otras casas reales europeas, todavía sigue existiendo la prevalencia del varón sobre la mujer, pero no parece probable que doña Letizia vuelva a ser madre. A esa sesión de fotos tan especial asistió Sofía, la hija menor de los Príncipes, que se mostró algo celosa. Al final, para contentarla, el Rey decidió que se hiciera otra foto en la que apareciera también la pequeña, pero para la familia.

Según ha contado la Reina, Leonor se parece físicamente a ella cuando era pequeña. De hecho, doña Sofía ha mostrado algunas fotos para corroborar esta afirmación. A sus casi ocho años, es una niña que se muestra seria y formal en los actos públicos, donde observa todo con gran atención a la vez que se preocupa de que su hermana Sofía obedezca. En privado es más inquieta y ocurrente. Famosa es ya la anécdota revelada por un científico español a quien doña Letizia explicó cómo Leonor le decía a su hermana: "Come verdura, que tiene antioxidantes".

De lunes a viernes, cuando sus padres están trabajando, las niñas cuentan con dos cuidadoras; una de ellas solo les habla en inglés. Por eso las dos son casi bilingües. La Reina, desde que nacieron, solo se dirige a ellas en este idioma, que es, además, en el que hablan los Borbón y Grecia cuando se reúnen. En inglés les lee cuentos y ven películas.

Doña Sofía adora a sus nietos, en los que se apoya ahora más que nunca cuando las aguas se han vuelto turbulentas. A Leonor y Sofía las tiene cerca y las visita algunas noches antes de que se vayan a dormir. Pero igual o mayor relación tiene con los hijos de las infantas Elena y Cristina.

Doña Letizia recurre a su madre, Paloma Rocasolano, para que se ocupe de las pequeñas cuando tiene que estar tiempo fuera de casa. El Príncipe las lleva a visitar al Rey una vez a la semana.

Este verano, las pequeñas infantas estuvieron algunos días más en Mallorca que su madre. Leonor y Sofía saludaron al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando acudió a despachar con don Juan Carlos.

La última vez que se vio a Leonor y Sofía fue durante un paseo con sus padres por una granja mallorquina, en lo que fue un posado pactado por la prensa. Luego, tras estas vacaciones públicas, los Borbón Ortiz se alejaron de los focos y se perdieron como todos los años. El palacio de la Zarzuela no confirma cuál fue su destino, pero ha trascendido que estuvieron navegando por el Mediterráneo. Con ellos iba Carla, la hija de Erika, la hermana fallecida de la Princesa, que es para Leonor y Sofía casi una hermana. Con ella pasan mucho tiempo libre.

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